Nueva Zelanda va al Mundial de Fútbol 2026
¡Qué noche inolvidable en Auckland!
Desde las gradas del estadio, junto a mi familia y amigos, vivimos la emoción de la gran final de las Eliminatorias de Oceanía para el Mundial 2026, disputada en el Eden Park. El ambiente era simplemente increíble: todos vestidos de blanco para apoyar a los All Whites, en un ambiente cargado de energía que nos hizo sentir parte de un momento histórico. ¡Cada grito, cada aplauso, cada gol se vivió con una intensidad única!

El primer tiempo fue muy disputado, con Nueva Caledonia resistiendo bien, pero en la segunda mitad, los All Whites demostraron por qué dominan el fútbol oceánico. Michael Boxall abrió el marcador tras un córner, desatando la euforia en las tribunas con su primer gol vistiendo la camiseta de los All Whites. Luego, Kosta Barbarouses y Elijah Just sentenciaron el partido con dos golazos que hicieron vibrar a todo el estadio.

Desde el momento en que vi a De Vries prepararse para entrar en el segundo tiempo, supe que algo bueno estaba por venir. Sus pases certeros y precisos no solo marcan la diferencia, sino que también transmiten la confianza y seguridad que el equipo necesita.
Por supuesto, no podía faltar la presencia de Chris Wood, el goleador estrella de la selección. Su liderazgo y capacidad para estar en el momento adecuado fueron claves durante todo el partido. Aunque no anotó, su influencia en el juego y su entrega en la cancha nos dejaron a todos admirados. ¡Es un verdadero referente para los All Whites!

Sin embargo, el momento de la sorpresa llegó en el minuto 54, cuando vi a Chris Wood salir del campo, siendo reemplazado por Barbarouses. Llevaba ya unos minutos cojeando tras una caída al intentar una jugada. A pesar de esto, la fuerza y determinación del equipo no se vieron afectadas y siguieron luchando con todo para asegurar la victoria.

Durante el entretiempo, tuvimos el privilegio de disfrutar de una increíble presentación del saxofonista Lewis McCallum, un reconocido músico neozelandés. Conocido por su trabajo con Synthony, hizo historia al ser el primer artista en presentarse en la azotea del Eden Park con una actuación espectacular, acompañada por un espectáculo de luces. Mientras el público aprovechaba para relajarse, su música envolvió el estadio, aportando un toque único al ambiente festivo. Sin duda, fue un momento inolvidable que hizo que la espera entre los dos tiempos se sintiera aún más especial.

Al final del partido, la felicidad era total. ¡Nueva Zelanda está en el Mundial! Para cerrar la noche con broche de oro, varios jugadores, entre ellos Chris Wood, Alex Paulsen y Francis DeVries, se quedaron en la cancha saludando y tomándose fotos con los fans, demostrando su cercanía y gratitud hacia la hinchada. Fue increíble vivir ese momento junto a ellos y sentirnos aún más parte de esta victoria.




¡Un partido para el recuerdo! Ahora, a soñar en grande para el 2026. ¡Vamos, All Whites!
