Cuando tus hijos dicen que invitaron a unos amigos a casa

Cuando la casa se llena de risas (y de zapatos en la entrada).

Todo comenzó con una frase inocente:
“Mamá, hoy vienen unos amigos a la casa …”
Y, de pronto, la casa se llenó.

Se llenó de voces, risas, vasos extra en la mesa y ese ruido lindo que solo los buenos momentos hacen. Y yo, feliz. Me encanta que mis hijos traigan amigos a casa.

Siempre hemos sido una familia amiguera, de esas que abren la puerta, sacan sillas de donde no hay y prepara más comida “por si acaso”. Una porción extra, un plato extra, una historia para compartir.

Para nosotros, la casa no es solo un lugar para vivir… también es para compartir, reír, hacer ruido y armar recuerdos.

Nos gusta que quienes entran se sientan bienvenidos. Que sepan que pueden contar con nosotros, que aquí se escucha, se conversa, se juega… y sí, también se lava un montón de loza después, pero en realidad mis hijos lo hacen o el lavavajillas, el punto es, que dejan como lo encontraron.

Porque al final del día, una casa llena no es desorden: Es vida.

Y aunque haga un chiste de esto… así soy, así somos y me encanta.

Mamá, hoy vienen unos amigos a la casa … Ange Chile

¿A alguien más le pasa?
Cuéntame, ¿cómo es tu casa cuando llegan los amigos?