Viviendo el mundial de rugby en Whangarei (Rugby World Cup 2011)
Cuando me preguntaron ¿Quieres ir a un partido de rugby del mundial? Obviooooo que dije que sí, sin importar quien jugara, la idea era estar ahí, porque ¿Cuándo nuevamente tendría esta oportunidad?
Así que así fue que viajamos dos horas al norte de Nueva Zelandia a una ciudad pequeña que se llama Whangarei. Por suerte tuvimos un amigo con una casa allá para no tener que volver esa misma noche.
Estacionamos en el trabajo de él que estaba a un par de cuadras del estadio y con las entradas en mano partimos súper entusiasmados a ver el partido entre Canadá y Tonga. Caminamos hasta llegar a la entrada, pensando en que encontraríamos un gran tumulto, pero en realidad toda la gente entró ordenadamente, nos sentamos y comencé a observar cada detalle de lo que estaba sucediendo.
Fue genial ver como cada quien se vistió de distintas maneras para apoyar a su país, algunos con trajes extravagantes, otros pintados enteros, otros envueltos en artefactos que aún estoy intentando descubrir qué es, en fin era un mar de alegría y esperanza.
Por supuesto que lleve mi bandera chilena y la mostré a los cuatro vientos, y obviamente encontré unos compatriotas al otro lado del estadio, así que entre señas y señas fue que nos mostramos las banderas a modo de saludo.
Y sin darme cuenta, porque estaba entretenida con este desfile de personajes, fue que comenzó el juego, súper emocionante, ya que muchos esperaban que ganara Tonga, pero con un estrecho marcador ganó Canadá.
En el entretiempo comimos cosas ricas, típicas y nada saludables, pero había que probar ¿o no? papas fritas, salchichas batidas, cerveza y más.
Lo más divertido fue cuando en un momento entró a la cancha un hombre desnudo, obviamente los jugadores lo dejaron pasar sin intentar detenerlo, entonces él corrió esquivando la seguridad hasta hacer un “Try” entre los palos.
Al terminar el partido todo el mundo salió tranquilamente para dirigirse a sus respectivos hogares… mmm en realidad a los bares creo. Lo más interesante fue ver como un montón de gente regresaba caminando y celebrando, pero pasivamente, sin hacer desordenes. Luego de unos minutos pasamos por el centro de la ciudad, era entretenido ver a todos en la misma, porque además ver tanta gente a esa hora era un evento en esta pequeña ciudad.
Por supuesto que como muchos, hicimos nuestro recorrido por un par de bares, teníamos que experimentar la vida nocturna local ¡Obvio!
Una buena conclusión luego de un día tan ajetreado; mucha entretención, buena compañía, comida y bebida deliciosa.