El Desfile de Navidad de Papatoetoe en Auckland fue, sin lugar a duda, una experiencia inolvidable que me llenó de alegría y gratitud. Participar con mi increíble grupo de Zumba fue una de esas oportunidades que te marcan y te recuerdan lo importante que es aportar con un poco de alegría a la comunidad (aunque lejos de dónde yo vivo). ¡Y qué mejor ocasión que la Navidad para hacerlo!
Desde el momento en que recibí la invitación, no lo dudé ni un segundo. Dije SÍ sin pensarlo e invité al más prendido, a Rob, porque no hay nada más hermoso que unirnos para compartir sonrisas, energía positiva y un buen ritmo. Bailamos con todo el entusiasmo, disfrutando cada segundo y conectando con la gente, sobre todo con los más pequeños, quienes llenaron de alegría el desfile.
Quiero agradecer profundamente a mis maravillosos instructores por darme la oportunidad de ser parte de este evento tan especial. Su energía, dedicación y pasión hicieron que esta experiencia fuera aún más significativa.
Y, por supuesto, no puedo dejar de mencionar a mi dinosaurio favorito, Rob. Su presencia fue un espectáculo en sí mismo, iluminando los rostros de los niños con asombro y alegría. Ver cómo disfrutaban al verlo bailar con tanto estilo y entusiasmo fue lo más emocionante. Fue un momento realmente divertido y especial que quedará grabado en mi corazón.
Ser parte de algo tan único, lleno de espíritu navideño y rodeada de personas tan increíbles, fue un verdadero honor. Gracias a todos los que nos acompañaron, a los que nos dieron su apoyo y, sobre todo, por hacer que este desfile se convirtiera en una experiencia inolvidable.
¡Nos vemos en el próximo desfile!